ESCANEADO 3D

A lo largo del último trimestre de 2020 se inició,  un proyecto de  documentación patrimonial, esta vez aplicado al conjunto de bienes muebles, es decir, las colecciones de materiales arqueológicos custodiados en el museo y que, en su mayoría, han sido recuperados en las distintas campañas de excavaciones arqueológicas desarrolladas desde el año 1987.

Se seleccionaron un total de 45 objetos entre los que se encuentran recipientes cerámicos, pintaderas, ídolos y útiles de piedra. A través de un proceso de documentación de fotografía 3D, aseguramos que toda la información relevante de una pieza quede registrada para su posterior estudio y publicación, empleando para ello técnicas que permiten llevar a cabo esta labor de forma precisa y detallada.

La fotogrametría es una técnica que se basa principalmente en la representación de un punto tridimensional proveniente de la realidad en un plano 2D: la lente de una cámara fotográfica. Mediante la interpolación de un mismo punto en varias fotografías, algoritmos informáticos son capaces de recrear dicho punto digitalmente. La precisión dependerá del tipo y número de fotos, pudiendo llegar hasta un margen de error milimétrico.

A este trabajo se une el de documentación y catalogación museística para incluir la información que dispone el museo sobre el descubrimiento y los contextos arqueológico donde se descubrieron estos bienes. En definitiva, esos datos vinculados a las piezas son las que permiten ofrecer una explicación sobre su uso, función y cronología aproximada.

El método de trabajo

Mediante la instalación de un estudio fotográfico dentro del propio almacén del museo, se fotografiaron todas las piezas en un entorno controlado y seguro, sin necesidad de transportarlas. Mediante el uso de una plataforma giratoria, se han documentado todos los ángulos de las piezas. Dado que muchas de ellas son de tamaño muy reducido, se ha recurrido al uso de lentes macro para garantizar un nivel de detalle milimétrico.

Una vez obtenido estos modelos de alta resolución que contienen toda la información relativa a la superficie de cada una de las piezas, ha sido necesario aplicar un proceso de optimización con el objetivo de generar archivos que, por un lado, puedan ser utilizados de forma ágil por cualquier equipo informático y, por otro, que mantengan toda la información registrada de la pieza. Mediante un proceso conocido como “bakeado” (de la voz inglesa baking), se ha transferido toda esa información al modelo optimizado (o low-poly) mediante la aplicación de distintos canales de texturizado que contienen información relevante en este sentido.

Una vez creados estos modelos optimizados, se ha procedido a la creación de un set de texturas que permitan visualizar la pieza tal y como sería en la realidad, teniendo en cuenta aspectos como su rugosidad, brillo y, en definitiva, cómo se comporta su superficie cuando es expuesta a la luz.