La cerámica grancanaria se caracteriza por estar elaborada a mano, destaca, sobre todo, por un perfecto modelado de las superficies y una simetría de sus formas.

En la Cueva Pintada se han descubierto un gran número de recipientes de muy variada tipología entre los que destacan tanto los grandes contenedores para el almacenamiento, como los recipientes relacionados con la preparación y elaboración de los alimentos.

En un porcentaje muy alto las superficies de los recipientes están finamente bruñidas y decoradas con pintura, generalmente de color rojo almagre.

Aunque hay ejemplos de cerámicas completamente pintadas de rojo, lo más frecuente es que conserven dibujos geométricos que recorren la superficie completa del recipiente y a veces hasta el fondo.

Entre los motivos decorativos encontramos: círculos, triángulos, líneas quebradas, ángulos superpuestos.

La decoración se aplicaba antes de cocer la pieza en el horno que, generalmente, se construía en un hoyo en el suelo.