Las pintaderas son uno de los repertorios materiales más característicos de la cultura aborigen canaria. Realizadas en barro, madera o piedra, están conformadas por un apéndice que finaliza en una superficie plana con forma geométrica (circular, cuadrangular o triangular).

Ésta se encuentra decorada con motivos de variada naturaleza, plasmados mediante incisión o impresión.

No se ha determinado con exactitud qué finalidad tenían, aunque una hipótesis bastante aceptada explica que se trataba de marcas personales o familiares empleadas para identificar la propiedad de los bienes.