DOCUMENTOS
Desde la década de los ochenta del pasado siglo se ha asistido en España a la proliferación de un modelo de museo arqueológico al aire libre, de carácter monográfico, que, bajo el término de parque arqueológico, engloba proyectos de muy distintos periodos históricos.
Simultáneamente, el desarrollo económico de las sociedades occidentales ha derivado en la transformación del concepto de cultura, que comienza a entenderse como una inversión ligada al ocio.
Estos cambios han llegado también a los museos y han acelerado la aparición de nuevos centros en los que el público aparece como personaje principal. No se trata de que las colecciones hayan sido relegadas a un segundo plano, sino que el trabajo de los centros comienza a dirigirse a las personas que realizan las visitas, que adquieren un nuevo papel en este esquema.
La Cueva Pintada se enmarca en el modelo de parque arqueológico, de manera que en 1986 se incluye en la nómina del Plan Nacional de Parques Arqueológicos, auspiciado por el Ministerio de Cultura. Para llegar a definir las necesidades que requería transformar ese espacio en un lugar visitable, se redactó en 1988 el Anteproyecto de actuación del Parque Arqueológico Cueva Pintada. En este trabajo, y bajo la dirección de Celso Martín de Guzmán, un equipo de más veinte personas investigadoras participó en la redacción de una memoria donde se recopilaba la documentación histórica que afectaba a la Cueva desde el año 1953 y se hacía la primera propuesta para convertir la Cueva Pintada en un parque arqueológico visitable. Unos años más tarde, en 1991, se aprueba el Plan Especial Cueva Pintada, con el objetivo de impulsar el desarrollo del área en torno a la Cueva Pintada. Este plan pone sobre la mesa la conveniencia de ordenar urbanísticamente el recinto del parque arqueológico y de su entorno, así como de determinar el adecuado tratamiento del conjunto arquitectónico que lo conforma.
Para llevar a cabo este proyecto se había firmado un convenio de colaboración entre el Gobierno de Canarias y el Ministerio de Cultura en el año 1989, el cual fue renovado en el año 1996, cuando se iniciaban las obras arquitectónicas del proyecto. Previamente, el Gobierno de Canarias había procedido a la expropiación de los terrenos que se verían afectados por el proyecto del parque arqueológico. Tras veinte años de trabajos en los que participaron profesionales vinculados a las áreas de arqueología, conservación, arquitectura y museología, se construyeron e implementaron las diversas infraestructuras museísticas, permitiendo la apertura al público del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada el 26 de julio de 2006.