LA FORMA DEL TIEMPO

El proyecto Arqueología del gusto. Cocina creativa, Cueva Pintada y la alimentación del mundo indígena de Gran Canaria supuso la realización de La propuesta gastronómica concebida por Marcos Tavío. A través de doce degustaciones, el chef consiguió aunar la cocina de vanguardia con el conocimiento que se posee no sólo sobre los productos consumidos por la población canario-amazige, sino también sobre las técnicas empleadas para su preparación y consumo.

De forma paralela, Rocío Torres y Gustavo García (Mira Cerámica) fueron gestando la vajilla que debía acoger cada una de las preparaciones. Las formas, las texturas, los colores… Cada elemento diseñado para esta propuesta condensa un complejo proceso en el que al conocimiento de las piezas arqueológicas se unió la capacidad creativa de los ceramistas.

Esta exposición presenta la vajilla resultante, pero, especialmente, las ideas que la modelaron y los procesos creativos que le dieron forma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

EN CONSTRUCCIÓN

El punto de partida del proceso creativo, se estableció a partir del estado actual de las piezas recuperadas en el yacimiento, eligiendo la fragmentación, la rotura y la deformación para crear un nuevo concepto de belleza, y, con ello, una nueva lectura.

Desarrollamos la idea de que estos nuevos recipientes cerámicos están aún en construcción, y, con esta premisa, introducimos elementos tales como los cambios en las materias primas, los diferentes barros de variados colores, las huellas de los dedos, las grietas o marcas de las herramientas… Así, evitamos, de forma premeditada, limpiar el rastro del trabajo artesano al tiempo que lanzamos un guiño a las futuras generaciones de profesionales de la arqueología, de la conservación y restauración, y de la investigación.

También, recurrimos a la composición geométrica de la Cueva Pintada, traducida en texturas, para interpretar la pieza como un lugar, un espacio en sí mismo, otorgándole un sentido decorativo.

 

ABSTRACTA

Estos recipientes cerámicos son el resultado del encuentro entre las piezas arqueológicas recuperadas en la Cueva Pintada y la visión contemporánea de Mira Cerámica.

Cada diseño lo hemos interpretado de manera diferenciada y se nutre, siempre, del catálogo de la Cueva Pintada. Nos hemos sentido atraídos tanto por las formas, los espacios o las líneas como por partes concretas de las piezas: asas, relieves o perforaciones.

También, utilizamos e interpretamos elementos que están más vinculados al pensamiento y al discurso, tales como el vacío, lo desconocido, las puertas – o ventanas – a medio abrir o cerrar… Ese algo por descubrir. ¡Descúbrelo!

Un debate abierto y muchos relatos, maneras de pensar y de hacer, un trabajo – un pensamiento – en construcción, otro puente más desde el pasado al presente, la forma del tiempo continúa…

 

DESGRANANDO LA EXPERIENCIA DEL GOFIO

La propuesta de Marcos Tavío se inicia con una ceremonia dedicada al gofio como hilo conductor de la experiencia gastronómica y como el alimento en torno al cual giraba la dieta aborigen. Una invitación a consumirlo con una rica variedad de mojos y acompañamientos: jarea, burgaos, caballa curada, cochino negro, plantas encurtidas en vinagre de támara, requesón…

Para esta experiencia, que recrea una ceremonia singular, concebimos una nutrida serie de pequeñas piezas y utilizamos todos los conceptos y técnicas que desarrollamos para la Cueva Pintada, desde soportes a medio construir, a cuencos con roturas o, directamente, fragmentados; desde decoraciones incisas, a texturas desiguales. También, eran indispensables los recipientes para el caldo y las grandes cazuelas para servir o mezclar.

Decidimos apostar por la diversidad de materias primas, formas, texturas y colores. Queríamos contribuir a transformar esta experiencia en una auténtica fiesta, intentando materializar toda la emoción que contiene esta vivencia, dejándonos arrastrar por lo que significa compartir el gofio como símbolo de comunión entre el pasado indígena y nuestra cultura actual.

 

UNA VAJILLA PARA ARQUEOLOGÍA DEL GUSTO

El conocimiento técnico es el que permite plasmar ideas, trabar y compartir el amplio abanico del encuentro entre la Cueva Pintada y Mira Cerámica.

Para la elaboración de todos estos recipientes hemos utilizado barros de múltiples colores y composiciones, además de esmaltes de alta temperatura, cocidos a fuego de llama directa. Las piezas se construyeron recurriendo a técnicas variadas, desde el modelado al uso del torno eléctrico de alfarero o de moldes.

 

A PROPÓSITO DE LA CUEVA PINTADA

Cómo traducir e interpretar un trocito del mundo y no morir en el intento…

En la Cueva Pintada sucede de todo… En su colección, recuperada en el propio yacimiento, conviven huesos, conchas, semillas, monedas, figurillas antropomorfas, espinas, recipientes, anzuelos, candiles, útiles líticos, pintaderas… materialidades de diversas procedencias y épocas. Este escenario nos sumerge en otro mundo, nos lleva a recorrer la Historia y a transitar por las hipótesis que intentan darle sentido.

Nos han resultado especialmente curiosas e inspiradoras las formas cónicas halladas en algunos sectores del poblado. Estas piezas, se elaboraban a torno y su producción estaba muy estandarizada, provenían posiblemente de Aveiro (Portugal); eran utilizadas como formas para la elaboración artesanal del azúcar. Ahora Mira Cerámica juega con la idea de la producción en serie para reinterpretarlas: es el molde el que se construye artesanalmente. Imaginamos encontrar un fragmento medio destruido y aprovecharlo como recipiente, creado en un molde a dos mitades, dejando a la vista el reborde de unión, para exponer, sin tapujos, la técnica utilizada para su construcción.

 

A PROPÓSITO DE MARCOS TAVÍO

Un ejemplo: huesos, a petición del chef, modelados sin pretensión de realismo pero atendiendo a la practicidad, utilizándolos como contenedor y cubierto, llevándolo directamente a la boca del comensal, recordando que en su interior, el tuétano nos servía de alimento e otra época.

Este proyecto consistía en realizar soportes para albergar las elaboraciones gastronómicas del chef Marcos Tavío… Al fin y al cabo, no dejan de ser platos. El hábitat natural de esta vajilla hubiera sido la mesa de un restaurante pero… también son otra cosa bien distinta, son piezas equilibradas que se apropian de la historia de la Cueva Pintada para contarla de una forma mucho más amplia. Para ello, debíamos ser atrevidos y romper ciertas reglas.

Los encuentros con el cocinero fueron continuados, desde los traslados a la isla de El Hierro, cargados con prototipos, hasta sus visitas a nuestro taller o el acercamiento a otros lugares de Gran Canaria. Todas las piezas resultantes, todos estos hallazgos creativos se fueron consensuando por ambas partes, cocidas a fuego lento.

 

PUNTOS Y RAYAS SUSPENSIVAS...

Interpretando lo decorativo

Esta serie de platos está dedicada a los postres, planteada en unos soportes clásicos, sencillos, con la intención de destacar los ricos motivos decorativos hallados en el yacimiento, como los ángulos encajados, motivos geométricos de gran delicadeza que hemos tratado de ejecutar de la manera más honesta, sin la pretensión de buscar la perfección que encontramos en las piezas originales.

Jugando con las grietas de las piezas, inacabadas, rotas, como la propia vajilla que usamos a diario en nuestras casas, algunas melladas, otras intactas, dejando que lo cotidiano prevalezca.

 

VISITA A LAS ENTRAÑAS DEL MUSEO 

Los fragmentos de cerámica recuperados en la Cueva Pintada de Gáldar se cuentan por cientos de miles y es en el almacén donde esperan, pacientemente, el alborozo del redescubrimiento.

Para conocer de primera mano las piezas cerámicas de la Cueva Pintada de Gáldar, se propició un primer encuentro entre los recipientes arqueológicos y los ceramistas; se produjo en el almacén, entre miles de cajas. Estas citas propiciaron el conocimiento de ese extraordinario proceso que permite “redescubrir” los recipientes que se esconden entre decenas de fragmentos, restaurarlos y, finalmente, exponerlos al público. En las vitrinas son visibles las cicatrices que produce la reparación de esas fracturas, el cosido de las heridas… el paso del tiempo. Y es así, como esos recipientes desvelan, a veces, su función: cocinar, beber, guardar el grano, contener líquidos… participar en ceremonias relevantes para la comunidad…